In Fibrillian, the instrumental textures become sonic fibres carefully chiselled that can be associated, in some way, to the heart muscle fibres. I tried a cohabitation of different emotional/energetical states, polyphonically intertwined, that makes us to experience every moment intensely, a live heartbeat. Thus, the electric propulsion of an sforzato stridente upon harmonical natural position contrasts with the anguishing retention of an écrasé on the lower notes of the register. And the lovely lightness of the harmonics glissandos sul ponticello contrasts with the warm and friendly feeling produced by a melodic motive sul tasto.
In this work I seek to stimulate or produce in the listener a maximum of feelings and sensations - the urgency we feel before the unattainable, the tenderness blooming at the perceptual threshold, the ephemeral plenitude, the unsustainable frenzy ... These sensations are forging a dramatically and cyclical tragic form, that will find the resolution of the progressive friction in the most absolute clash: the abrupt and dark écrasés that destroy any possibility of future against the utopian, weak and desperate tremolos of acute harmonics. Interwoven over almost all the work we find a unique song, broken, struggling to maintain the individuality of life.
In this sonic and musical adventure, polyphony is understood as interweaving in time not only melodic lines but also developed materials - bundles of fibres which have characteristic timbre features that also evolve over time. This structured design contrives to produce greater sound expressiveness, plasticity and fusion. I think it opens a way to bypass or overcome the deeply entrenched dichotomy between new music in which timber and gesture are prevalent and the more rhythmic-intervallic music.
En Fibrillian, las texturas instrumentales devienen fibras sonoras minuciosamente cinceladas que podríamos asociar, en cierto modo, a las fibras musculares del corazón. He intentado una cohabitación de diferentes «estados emotivos» o energéticos, polifónicamente entrelazados, que nos hagan vivir intensamente cada instante, palpitar. Así, a la electrizante propulsión de un sforzato estridente sobre posición armónica natural se contrapone la angustiosa retención de un écrasé sobre las notas graves del registro. Y la encantadora ligereza de los glissandos de armónicos sul ponticello contrasta con la cálida y acogedora sensación producida por un motivo melódico sul tasto.
En esta obra busco estimular en el oyente un máximo de sensaciones anímicas –la urgencia que sentimos ante lo inalcanzable, la ternura que florece en la frontera del umbral perceptivo, la efímera plenitud, el insostenible frenesí... Estas sensaciones van forjando una forma dramática temporal cíclica y de carácter trágico, que encontrará la resolución de las progresivas fricciones en el choque más absoluto: los abruptos y oscuros écrasés que aniquilan toda posibilidad futura y los utópicos, débiles y desesperados trémolos de armónicos agudos. Entretejido a lo largo de casi toda la obra encontramos un canto singular, roto, que lucha por mantener la individualidad vital.
En esta aventura sonora, la polifonía está entendida no solamente como entretejido de líneas melódicas desarrolladas temporalmente sino también de materiales - haces de fibras - que tienen una componente tímbrica característica que también evoluciona en el tiempo. Así, logramos una mayor expresividad, fusión y plasticidad sonoras que nos deben permitir superar la enquistada dicotomía entre música esencialmente tímbrico-gestual y música rítmico-interválica.